sábado, 3 de octubre de 2009

Terapia del Pneuma Vital

Juan 20: 19-22: "Al llegar la noche de aquel mismo día, primero de la semana, los discípulos estaban reunidos y tenían las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo:¡Paz a vosotros! ... Y ellos se alegraron de ver al Señor. Luego Jesús dijo de nuevo: ¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a vosotros. Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió: Recibid el Espíritu Santo.

Me encanta este versículo. Describe el momento histórico en el cual los seres humanos, aparte del Señor Jesús, comenzaron a contener el Espíritu divino en su espíritu humano. ¿Ya se dieron cuenta de la diferencia con la letra mayúscula y minúscula? Espíritu con letra mayúscula se refiere al Espíritu divino, mientras que con letra minúscula se refiere al espíritu humano. Bueno, en ese momento los discípulos fueron "pneumatizados". ¿Por qué digo esto? Bueno, la palabra griega para espíritu es pneuma la cual significa aliento, viento, aire en movimiento. De ahí que a las llantas de los autos le llamamos nemáticos, por que están llenas de aire.

Hay otro versículo que me gusta mucho que habla del pneuma divino. Es 2 Timoreo 3:16 y 17: "Toda la Escritura es dada por el aliento de Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de presentar todo hombre perfecto en Dios, enteramente equipado para toda buena obra." ¿Sabían que Dios se puede respirar? De otra manera como podríamos cumplir lo que Pablo le dice a los Tesalonicences: "Orad sin cesar". Y, ¿cómo podemos respirar a Dios? Bueno, conforme a mi experiencia conozco una manera muy efectiva y excelente; invocar el nombre del Señor. Cuando declaramos desde lo más profundo de nuestro ser, ¡Oh Señor Jesús!, le estamos respirando, inhalando. Invocar el nombre del Señor es un tema que merece una entrada por sí solo. Baste ahora decir que ésta práctica era la que distinguía a los primeros creyentes neotestamentarios según el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Ahora bien, les traigo este maravilloso tema dentro del contexto de una de mis muchas experiencias con el Señor. Se trata de algo que transcurrió varios años atrás. Pienso que fue la primera crisis seria que me dió a nivel neurológico. Ésto luego de haber pasado por el cáncer, una experiencia que traeré más adelante. Me puse bien mal. Tuve que recurrir al bastón para ayudarme a caminar. A veces ni eso podía, así que me compré un "scooter" de tres ruedas. Sin embargo, me seguía poniendo peor. Había veces que sentía cómo cada sección de mi cuerpo iba haciendo un "shut down" y me quedaba en la cama prácticamente sin poder moverme.

Para ese tiempo comenzé a tener unos sueños. Eran sueños que venían del Señor. Ya los sé identificar tal y como lo hacía Madame Guyón, una creyente que impactó mucho el recobro del Señor y que llegó a ser una martir. Tengo tres de sus autobiografías y en la más extensa de ellas, Madame Guyón describe cómo ella podía identificar sueños que venían del Señor. Si quieren saber, pues deben leer esa biografía de ella. Bueno, mis sueños tenían algo en común entre ellos, pues fueron 3. Siempre llegaba a encontrarme sin aliento, sin respiración. No es el momento de contar los detalles de esos sueños, pues la verdad son algo privado entre el Señor y yo. Lo que sí, es que el último de los tres me trajo claramente el mensaje que el Señor me quería dar. Mientras dormía me estaba quedando sin aire, sin aliento. De inmediato busqué información en el internet y en muy poco tiempo acumulé mucha información sobre apnea de sueño.

La palabra apnea viene del griego y significa detener la respiración. La apnea de sueño es una condición muy seria en donde una persona detiene su respiración durante vaarios momentos mientras duerme. Algunos de los síntomas son el roncar mientras dormimos, estar sumamente cansados y fatigados durante el día, quedarnos dormidos en lugares y momentos no acostumbrados, aún cuando estamos conduciendo un automovil. Algunos sitios de internet que dan buena información sobre esta condición son:

http://emedicine.medscape.com/article/295807-overview
http://www.webmd.com/sleep-disorders/sleep-apnea/sleep-apnea

Pues cuando desperté de mi tercer sueño supe lo que me estaba pasando, busqué información en el internet y me auto-diagnostiqué. Ahora, necesitaba corroboración de un médico así que visité a mi neurólogo, le expliqué lo que creía que me estaba pasando y le pedí que me diera una órden para un estudio de sueño. Me dio el referido, hize la cita y fui. No fue tan fácil. ¡No me pude dormir como hasta las 3:00 AM! Es que me causaba ansiedad saber que estaban observando mi sueño can tantos monitores y cables. Pero bueno, lo que dormí fue suficiente para que me diagnosticaran con apnea del sueño obstructiva. Pero como no dormí lo suficiente me tenían que hacer un segundo estudio para titularme la máquina que me supliría el aire al dormir. Esto era un problema puesto que los planes médicos sólo cubren por uno de estos estudios en toda la vida del paciente y esos estudios son bien caros. Sin el segundo estudio, la neuróloga dueña del centro no me podía dar una receta para conseguir una máquina, las cuales tambiéns son muy caras. Busque, busqué y busqué y por fin encontré un sitio que me vendían las máquinas sin receta (http://www.2p-cpap.com/about-us.asp). Pedí una que puede automáticamente ajustarse al nivel de respiración mío momento a momento. Esto es un secreto que muchos médicos en ese campo se tienen guardado. Por ejemplo, me querían cobrar el segundo estudio para determinar cómo personalizar la máquina a mis necesidades, pero no te dicen que si consigues una "Auto" no necesitas eso, pues la máquina lo hace automáticamente. Ya hay estudios clínicos que demuestran que las "Auto" trabajan igual que las que son calibradas por un médico por medio de un estudio de sueño.

¿Saben? Como yo había estado tan y tan mal, había empezado a pedirle al Señor que me sanara; que causara que nuevas células crecieran en mi cerebelo para compensar por las perdidas debido a mi condición. (Y sí, nuestro cerebro tiene la capacidad de generar neuronas nuevas durante el transcurso de toda nuestra vida). Bueno, ¿qué creen? Esperé muy anciosa a que llegara mi máquina desde Israel, sí, eso mismo; venía desde Israel. Llegó. En tan sólo unos cuantos días mejoré milagrosamente. ¡Ya podía subir y bajar escaleras sin apoyarme de nadie ni de nada! Me retornaron las fuerzas a las piernas para caminar. Caminaba erguida. Ya no necesitaba del bastón o del carrito. Es maravilloso por que la terapia es muy simple. Conectas la máquina a una pequeña mascarilla que cubre tu nariz mientras duermes y la máquina te sopla aire, pneuma, todo el tiempo mientras duermes. Evita que te quedes sin respiración o que ronques mientras duermes. Duermes profundamente y descansas, pues ya tu cuerpo no te levanta para que respires, algo que nos pasa a los que tenemos apnea de sueño y no nos damos cuenta, pero estamos cansados todo el día.

Así que pude comprobar un versículo que está en el último capítulo del libro de Efesios en el Nuevo Testamento (Efesios 6:20). Parafraseando dice que Él es capaz de suplir mucho más abundantemente de lo que pensamos o pedimos. Yo pensé que con la máquina para tratar mi apnea de sueño que por lo menos iba a parar de empeorar. Seguía haciéndome de la idea de que viviría como una persona con muchos impedimentos. Pero el Señor, como siempre, me sorprendió. El tratamiento causó que mi condición fuera revertida. No hay nada imposible para Él. ¡Aleluya!

Mantengámonos siendo uno con nuestro Señor Jesucristo y con Sus intereses. Su deseo es impartirse a Sí mismo en Sus escogidos para que lo disfrutemos, experimentemos y conozcamos. Mantengeamonos abiertos al Suplir de Su Espíritu como el Cristo pneumático, al fluir de Su Espíritu como la fuente de ríos de agua de vida y al alumbrar de Su luz admirable. Amen.


1 comentario:

Cassiopeia dijo...

no compraste el equipo "sin receta"; la receta te llego del Cielo...